diciembre 23, 2011

Enigma de lo correcto


Dónde está mi moral me pregunté.


Me abro de piernas para que el deseo lo haga también. 
Y sin miedo a caerme
me dejé arrastrar por esa boca que me tienta. 
Desvisto mis hombros dejando los lunares jugar
y me siento a esperar. 


Quizás llegue más tarde, 
quizás no conozca el camino.
No me importa, no demasiado.


Dejo caer la melena de rizos
sobre mis hombros recién descubiertos
Espero por la mano que me tome de los cabellos.
La presión exacta, una mezcla de violencia 
el tacto del amante taciturno


Cruzo las piernas lubricadas,
tengo tiempo. 
Imagino tus pecas que me miran,
tienes mi tiempo.


Me voy a quedar a esperar tu boca, 
tus ganas. 


Pero por sobre todo, 
me voy a quedar a esperar por el deseo
que trabaje en mí.
Por ese otro que logre despertar mi tentación y mis ansias.