febrero 10, 2012

Al Imaginario I

No me invites a salir maricón. Quédate una tarde conmigo a mi ladito. Bailemos un vals de los antiguos. Meciéndonos de un lado al otro. No te quiero toda la noche. Me basta unas horas. Entiende, soy fácil de complacer. Sobran los tragos y el alcohol. No los necesito para sentirme bien. El humo del cigarrillo lo puedes tener, siempre y cuando no acaricies más al cigarro que a mi. Reemplaza tus mensajes al celular con llamadas inesperadas. No te asustes si te insulto. Comprende que mis palabras dulces están en vueltas en agresión. Déjame de querer si eso hace falta. Pero no me dejes con las palabras en la boca. Hazte el compasivo, tenme piedad. Quédate cuando no te lo pido. Quédate cuando te pido lo contrario. Yo sé que existes en algún lado. Espero tu llegada con ansías. Te escribo desde mi esquina. Nuestra esquina.

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